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Los trabajadores de astilleros de Cádiz, ejemplo de valentía y lucha

Durante el mes de agosto trabajadores de astilleros de la bahía de Cádiz, que agrupan a los de Puerto Real, San Fernando y el propio Cádiz, se han movilizado contra los despidos y para reivindicar carga de trabajo, así como por el cumplimiento del convenio del metal. Sus herramientas: la huelga, cortes de tráfico, manifestaciones, acampadas. La organización que animó estas luchas ha sido la Coordinadora de Trabajadores del Metal que agrupa trabajadores de la industria auxiliar, las subcontratas de los astilleros de Cádiz. Las movilizaciones han continuado con Huelga General, convocada también por CGT en toda la bahía y la manifestación del 4 de septiembre.
Según el comunicado dado por la propia Coordinadora: … “Hasta el/la trabajadora más afín a las empresas, sabe que nuestras reivindicaciones son ciertas. Empresas que limpian tanques y se acogen al convenio de la limpieza blanca, andamieros jugándose la vida a 1000 euros, despedidas por no echar horas extras, horas extras a 8, 9, 10, 12 euros, cuando valen unos 18€. Enchufismos, represalias, finiquitos o atrasos impagados…. Los Incumplimientos en los Astilleros son una verdad única como el resultado de una multiplicación (8×7=56). Una verdad descarada que nadie duda y que se demostraría controlando los Tornos y con un trabajo serio por parte de la Inspección…”
En esta situación despiden el viernes 14 de agosto a diez compañeros de la industria auxiliar en el astillero de Navantia en Puerto Real, dos de ellos pertenecen a la Coordinadora de Trabajadores del Metal en represalia por luchar por estas reivindicaciones. Estos despidos los justifica la empresa por “el descenso de la carga de trabajo”. A continuación, los compañeros despedidos acampan a las puertas de los astilleros de Navantia de Puerto Real y se convoca una asamblea para el lunes 17 en los tornos de entrada. La masiva asamblea aprueba no entrar al trabajo y la huelga se generaliza a los astilleros de San Fernando. Días más tarde las movilizaciones se extienden a los astilleros de Cádiz cortando grupos de trabajadores la carretera de acceso.
“Antes de todas las movilizaciones ya estábamos notando una cosa que no vimos nunca. Se veía una unión como nunca, hasta los encargados estaban en sintonía con los movimientos que estábamos haciendo los compañeros de la CTM. Cuando se empezaron a hacer asambleas tanto de la CTM como del comité de empresa siempre vimos el respaldo de las auxiliares. Cuando llegó la represalia se vio esa unión que ya íbamos viendo en las diferentes asambleas. Los compañeros por iniciativa propia decidieron un parón indefinido hasta nuestra readmisión.” … “fueron llegando muestras de cariño y apoyos por parte de los compañeros y compañeras en todos los sentidos y formas. Desde casetas de campaña, colchones para dormir, furgonetas camperizadas, comida como para hacer una comunión, bebidas, esa paella q nos trajo una señora un sábado, pan frito (bar del R. S. Pedro) una nevera llena de bebidas de una peña de P. Real, etcétera etcétera.” Orgullosos también “de ese grupo de compañeras siempre acampadas a nuestro lado con la cabeza muy alta y derrochando alegría, nuestras 13 rosas.” (Comunicado de la CTM)
Son las asambleas de trabajadores los que democráticamente discuten y votan a mano alzada sus decisiones. Curiosamente la burocracia sindical del comité de empresa de Navantia no interviene en apoyo de los compañeros despedidos, ni están presente en las asambleas. Hay que saber que Navantia son astilleros públicos que nacen de las sucesivas reestructuraciones empresariales después de las sucesivas crisis desde hace 40 años. Y su política laboral ha consistido en la precarización de la mano de obra subcontratando el trabajo. Actualmente alrededor del 10% de la mano de obra pertenece a Navantia el 90% restante pertenece a la industria auxiliar subcontratada.
Uno de los logros de estas movilizaciones ha sido la recuperación de los métodos de lucha y reivindicativos del movimiento obrero. Las asambleas directas con discusión y voto a mano alzada, sin permisos previos de la dirección, ni del comité de empresa han sido el procedimiento utilizado, lo cual ha permitido recuperar la democracia obrera directa, la solidaridad y el apoyo de los trabajadores independientemente de la empresa o subcontrata. Las asambleas son masivas y los compañeros de la CTM reflexionan sobre el porqué de este éxito: “La verdad, por suerte o por desgracia, tiene más de una respuesta. Cuando la CTM da una Asamblea no pretendemos hacernos dueños de la verdad, pero la gente que nos escucha sabe que el que habla, habla de verdad y no es un político ni un sindicalista que vende humo. Habla un trabajador con sus virtudes y sus torpezas y llama a la cara a la conciencia de trabajador@s, de personas mayores de edad.”
“A veces los obreros triunfan; pero es un triunfo efímero -se explica en el Manifiesto Comunista. El verdadero resultado de sus luchas no es el éxito inmediato, sino la unión cada vez más extensa de los obreros.” Puede que la huelga del 4 de septiembre no fuera seguida al 100% pero por ello no deja de ser un éxito por el ejemplo para los trabajadores de como tenemos que actuar ante la precariedad, el paro, los despidos y indefensión provocadas por la patronal. En palabras de los compañeros de la CTM “lo que ha ocurrido estos días ha sido un basta ya a mano alzada que se repetirá muy pronto porque nuestras conciencias, al contrario que nuestras huelgas, sí son salvajes y no nos la van a domesticar.”
Las huelgas y movilizaciones de los trabajadores de la bahía son ejemplo de valentía para el resto los trabajadores. Nos enseña como tenemos que actuar ante la precariedad, el paro, los despidos e indefensión provocadas por la patronal y como los compañeros de la CTM explican: hay “DERROTAS QUE ANTECEDEN VICTORIAS. Sabiendo como (…) sabemos que nuestras reivindicaciones sí que son legítimas, no podemos esperar más a que nos escuchen. La solución pasa por la unión de Miles de trabajadores y trabajadoras divididos, no por casualidad, en cientos de contratas. (…) Cuando más del 80% de la mano de obra de Navantia, estemos unidas, no tendremos que pedir que tal o cual alcalde se posicione a nuestro favor. Lo tendremos a nuestro lado.”
“La clase obrera posee ya un elemento de triunfo: el número. Pero el número no pesa en la balanza si no está unido por la asociación y guiado por el saber” se decía en el Manifiesto inaugural de la 1ª Internacional en 1864, idea que sigue tan vigente hoy como ayer. Al igual que en los astilleros de la bahía de Cádiz, unir a todos los trabajadores de las contratas del sector y decidir en asambleas como han hecho los compañeros de la CTM es el único camino para que, aumentando la conciencia de clase, consigamos cambiar las condiciones de trabajo y de vida en un mundo más humano donde sea el trabajo y la clase trabajadora la verdadera medida de las cosas.

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