Este pasado jueves un grupo de trabajadores de emergencias fue desalojado del salón de plenos del Parlamento autonómico, en el antiguo hospital las Cinco Llagas.
A esto también hemos de añadir que el pasado 28 de noviembre, los bomberos forestales llevaron a cabo una marcha por Sevilla reclamando mejores condiciones en el trabajo.
La protesta fue encabezada por representantes de la Unión Independiente de Trabajadores de Andalucía (UITA) que mostraron su hartazgo y decepción con el actual Ejecutivo andaluz, a quien reprochan el incumplimiento de las promesas que realizó cuando se encontraba en la oposición.
Una de las principales reivindicaciones es el cómputo de antigüedad que llevan exigiendo desde hace casi veinte años y que para cada bombero forestal y trabajador de la Amaya ha supuesto una pérdida económica de unos 50.000€. A esto también hemos de añadir el oscurantismo y la falta de información sobre la activación de una especie de UME autonómica.
Otra vez más queda demostrado que en una sociedad capitalista, los servicios públicos sufren el deterioro y el abandono de los políticos ya que los intereses económicos están por encima del bienestar de la población. En el capitalismo no hay salida para los trabajadores. Por eso sigue siendo imprescindible la tarea de construir un partido de la clase trabajadora para conquistar el poder y que sea esta quién se apropie y gestione todos los recursos públicos para garantizar el bienestar colectivo.


