El rey emérito, Juan Carlos, el “campechano” vuelve a ser noticia pues ha montado una fundación en Emiratos Árabes Unidos para garantizar la herencia de sus hijas y que todo quede en casa. Como tanto la ley como los políticos miran para otro lado, y muchos periodistas siguen empeñados en lavar la imagen de los bribonzuelos, uno de los cuales tiene como afición meter petardos en los cigarrillos de sus amigos, (¡qué mona!), pues el bribón va a centralizar su gran fortuna de forma que a su fallecimiento sus hijas hereden sin grandes obstáculos. Al parecer, la laxa legislación de Emiratos va a facilitar la cosa.
El emérito pagó en diciembre de 2020 a Hacienda más de 678.000 euros para eludir una condena por delito fiscal y en febrero de 2021 pagó otros 4,4 millones para regularizar los vuelos que supuestamente le regaló su primo Álvaro de Orleans. Esto es calderilla, aunque la cuantía de su fortuna es desconocida, si tenemos en cuenta que solo por la comisión que recibió por la construcción del AVE a la Meca, se habría embolsado 80 millones de euros.
Y digan lo que digan, por mucho que juegue al despiste, el que tiene la mayor responsabilidad siguiendo sus reglas del juego, es Felipe VI ya que para eso es el máximo representante del Estado.
