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EL FUTURO DEL PLANETA ESTÁ EN LAS MANOS DE LA CLASE TRABAJADORA

El pasado 28 de julio el juzgado de Sevilla eximía a Boliden del pago por los daños medioambientales causados en Aznalcóllar, hace 25 años tras la rotura de una balsa con residuos tóxicos.

Este caso es solo una pequeña muestra de cómo a nivel mundial funciona la producción capitalista. Un modo salvaje movido por los beneficios empresariales llevando al medioambiente a una situación límite.

Los efectos del calentamiento global toman estos días más protagonismo, con las altas temperaturas y numerosos efectos adversos en todo el planeta. Pero el capitalismo impulsa estos efectos con fuerza; se afana en su papel depredador, de los recursos y de la explotación del mundo del trabajo, sin importar las consecuencias.

Contra el modo de producción capitalista y sus efectos adversos hacia la población y al planeta, la clase trabajadora tiene su turno: tomando conciencia de su papel en la producción podrá organizar la lucha decisiva contra los males del capitalismo.