El anuncio en Febrero de Ferrovial de irse a Países Bajos y tributar en EE.UU. para pagar menos impuestos, ha levantado una gran polémica; no faltan los cruces de acusaciones desde sectores políticos y económicos junto a los cambios de argumentos de Ferrovial. En breve Ferrovial anunciará el resultado de la votación de su junta de accionistas acerca de si se van o se quedan: para todos ellos que quieran desprenderse de sus acciones, Ferrovial tiene preparados ¡500 millones de euros!
Podemos constatar, una vez más, que la marcha económica de un país no la deciden los políticos, sino el capital y su dinero.
Que no se nos olvide que para salvar los puestos de trabajo y recuperar el dinero público invertido y en manos de los accionistas, solo se puede llevar a cabo expropiando las cuentas y haciendo públicos los bienes empresariales.
