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Editoriales – 2º quincenal Noviembre de 2017

2007/2017: DIEZ AÑOS DE CRISIS PARA LAS CLASES TRABAJADORAS Y POPULARES Y BENEFICIOS PARA LOS CAPITALISTAS

La crisis de las hipotecas basura, las llamadas subprime, estalló en EEUU en 2007, en septiembre se extendió a Europa con las caídas de las bolsas que se hizo Mundial. Al año siguiente la crisis financstrongiera se extendió como un reguero de pólvora a toda la economía. El sistema capitalista no conocía una crisis de tal magnitud desde 1929.

Carlos Marx explicó que “La razón última de todas las crisis reales es siempre la pobreza y la limitación del consumo de las masas frente a la tendencia de la producción capitalista a desarrollar las fuerzas productivas como si no tuviesen más límite que la capacidad absoluta de consumo de la sociedad”.

Tanto de la derecha en general, como PP y PSOE, intentaron engañarnos, y nos dijeron que las causas de la crisis eran que vivíamos por encima de nuestras posibilidades, por el tren de vida de las clases populares. Al final la corrupción y los beneficios empresariales señalaron los culpables. El hundimiento de los bancos y de la economía capitalista era obra de ella misma, de su avaricia por obtener beneficios.

10 años después la crisis se ha hecho crónica para las clases populares. Rajoy insiste que hemos salido de la crisis, que se crea empleo y que la economía mejora. Mentiras. Los salarios y el empleo se han depreciado en todo el país, mientras que los beneficios empresariales han subido en este último año según un informe de CCOO un 10%. ¿Dónde ha ido todo ese dinero extraído al mundo del trabajo? Un economista en el periódico 20 Minutos respondía: “Sencillamente, como ya mostró en un momento Daniel Fuentes, en 2015, a amortizar la deuda de un sector privado”, es decir a ido a los bolsillos de bancos y grandes capitalistas.

El capitalismo no puede funcionar más que explotando al mundo del trabajo. Solo convirtiendo en públicos, los medios de producción, poniéndolos al servicio de la sociedad y no al servicio del beneficio privado, podremos salir de la crisis. Ante esta situación solo tenemos una salida: la movilización obrera. Es la clase trabajadora la que produce y mantiene la sociedad, solo nos falta la conciencia de serlo. Y esto solo se consigue con la lucha, la unión y la solidaridad de todo el pueblo trabajador.

 

25 N, CONTRA LA VIOLENCIA A LA MUJER

El día 25 de noviembre la ONU declaro día de la no violencia contra la mujer. Millones mujeres y de hombres en todo el mundo se manifestaron en apoyo de las mujeres.

Miles de mujeres sufren en el mundo a diario violaciones, maltrato, vejaciones, por parte de aquellos hombres que tienen interiorizado que son propiedad suya, que pueden hacer de ellas un objeto sexual, de sus deseos y complejos sexuales.

¿Porqué de estas reacciones violentas y asesinas de estos hombres, llegan a estos extremos? ¿Por qué no hay mujeres que violen a los hombres? ¿Por qué no hay grupos de delincuentes juveniles compuestos de mujeres exclusivamente? y ¿Por qué ante situaciones desesperadas, los hombres reaccionan con esa violencia hacia ellas?

No creemos que sea un problema mental, psicológico individual de los hombres por ser hombres. No puede ser tampoco algo genético. El ser humano nace y se hace socialmente. Decía Federico Engels que la primera lucha de clases fue la opresión de la mujer al esclavizarla para uso y disfrute del poder de los esclavistas en las primeras sociedades de clase.

Desde que existe la sociedad de clases las mujeres estuvieron sometidas. Esto moldeó las costumbres, la psicología de hombres y mujeres. Con el capitalismo la mujer entró en el mundo del trabajo, y pudo luchar por sus derechos, por la igualdad. Pero todavía las estructuras sociales del capitalismo guardan el principio de propiedad privada que hace que en el fondo sea la causa de tanta violencia. La de aquellos que creen que los seres humanos son propiedad de quienes pueden comprarlos con dinero o por la fuerza.

Solo luchar por una sociedad donde la ausencia de opresión, de explotación, de toda clase sea una realidad, hará posible que hombres y mujeres iguales tengan una mentalidad y conducta libre, igualitaria, en definitiva, emancipada. Y esta sociedad de iguales, comunista, en todas sus acepciones, solo empezará a ser posible a partir de que empecemos a expropiar la propiedad privada capitalista para convertirla en colectiva e igualitaria.