Hay quien sigue creyendo que en Andalucía todavía existe el “cortijeo” caciquista de hace años, ya que la forma de llevar su empresa llamada ACITURRI, es más propia de esos tiempos, con la presencia de su Blancanieves en cualquier atisbo de conflicto, para eso sí, no dar soluciones, sino amedrentar, amenazar e incluso hacer de su palabra la verdad verdadera; sus siete encargaditos le siguen el cuento, aunque para eso tengan que vender su dignidad.
Mientras los trabajadores siguen aguantando el cuento, ya que usa sus mecanismos para que nadie se salga de él y el que no crea el cuento, ya sabe. El papá de Blancanieves y gran conocedor de lo que es ser amo de cortijo, vigila como su hijita y su poder se hacen hueco en el panorama esclavista y caciquero de la subcontrata con nombre propio.
Cada cual que busque en este cuento el sentido que quiera. Imaginamos que a la Blancanieves de Aciturri y a su papá no le hará mucha gracia este cuento, pero a estos las gracias ya se la hacen sus encargaditos. Y recordamos que su cuento afecta a muchos trabajadores, quitándoles todo derecho posible y tratándolos como si de mera mercancía se tratase. ACITURRI Andalucía no es un cortijo ni hay amos ni amas, aunque esta familia quiera eso. Ahora…¡despotrica Blancanieves y manda a tus encargadillos a seguir amedrentando! Llegará el día en que se te acabe tu cuento.