Durante estos días hemos visto como todos los medios occidentales han puesto el foco de atención sobre Cuba. La situación que vive el pueblo cubano es bastante más compleja a como nos la muestran los telediarios, cuya actitud con respecto a Cuba resalta cuando la comparamos con las pocas noticias que nos llegaban de protestas en otros países como Colombia o Chile. Cuba lleva soportando un bloqueo económico, comercial y financiero por el imperialismo norteamericano durante más de 60 años, y a esto hemos de sumarle los efectos de la pandemia que han agravado aún más el malestar entre la población ya que la mayor parte del PIB de la isla procede del turismo. El desabastecimiento de medicamentos y productos de primera necesidad, los precios elevados de los alimentos y los cortes de luz en medio de la crisis sanitaria han provocado una ola de protestas ante la que el gobierno cubano ha respondido con la represión y encarcelamiento de algunos manifestantes.
Ante esto denunciamos el bloqueo estadounidense sobre Cuba, ya que se trata de una política imperialista criminal. Los trabajadores y el pueblo cubano deben de decidir su propio destino sin injerencias del imperialismo, pero esto no los vacuna contra la pobreza. En Cuba se construyó un régimen nacionalista, progresista en muchos aspectos, pero que no ha podido garantizar un gran nivel de desarrollo partiendo de un país aislado y pobre. Y esto explica también la burocratización del régimen cubano, que no pudiendo garantizar ciertas necesidades básicas utiliza la represión. Problemas similares los encontramos por México, toda Centroamérica, etc. El socialismo tiene que ser internacional o no será.
