Nuestro excelentísimo señor alcalde, durante su campaña electoral pedía prestado el voto a los ciudadanos de Sevilla, limpiaba (escoba en mano) el asentamiento chabolista “el vacie”, y anunciaba a bombo y platillo la reordenación y adecuación de la red viaria.
Pues bien, parece que todo esto se le ha olvidado. El asentamiento sigue en el mismo lugar y con las mismas condiciones de insalubridad, y si nos referimos a las condiciones de la red viaria es para echarse a temblar. Solo hay que fijarse en el asfalto de la calle Eduardo Dato (que tiene más bultos que un calcetín lleno de bolas), o en el socavón que se creó frente al Opencor de Pasarela, que provocó la rotura del cristal de un bus de TUSSAM, y no nos cabrían más noticias si tuviéramos que enumerar todas las calles que tienen baches.
¡Para las próximas elecciones en vez de los votos, le vamos a prestar un camión de asfalto y una apisonadora!