¿Cómo pudo Airbus obtener estas mascarillas cuando se supone que toda la producción debe ir primero al sector hospitalario y luego a los sectores de segunda categoría, como todas las profesiones cuyo mantenimiento es esencial para la población (alimentos) y sólo después a los demás sectores?
¡Un artículo de Médiapart acaba de revelar que Airbus pudo aprovechar la segunda categoría con la complicidad del Estado durante algún tiempo y así recibir todas las mascarillas que la empresa necesitaba para seguir produciendo aviones que permanecen en tierra!
La complicidad entre los poderes públicos y los industriales no es nueva, como lo demuestran las recientes observaciones del Prefecto del Loire Atlantique (departamento del oeste de Francia), Claude d’Harcourt, en las que instaba a «las empresas de la región a continuar o reanudar su actividad», citando a Airbus, los Astilleros de Saint Nazaire y la obra de construcción del futuro hospital universitario. ¡Edificante y repugnante!