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Abengoa en bancarrota, un hecho más de la crisis del capitalismo

Un nuevo episodio de esta crisis del capitalismo lo está protagonizando la multinacional de la ingeniería especializada en energías alternativa Abengoa. Cerca de 26.000 empleos en el mundo y 6.000 en España, una parte importante en Andalucía, están en la cuerda floja por la suspensión de sus actividades debido a la deuda de más de 8.000 millones de euros que tiene la empresa. Ahora se barrunta en el horizonte un negro presagio para los trabajadores. Se prevén EREs en la empresa y despidos en todas las subcontratas que vivían alrededor de las inversiones de esta empresa.

La razón de esta deuda millonaria, según los medios, está en las inversiones realizadas en proyectos alternativos de energía que han dejado de producir rentabilidad. La empresa explica que los millones de subvención retirados por el gobierno de Rajoy a las energías renovables, la retirada de los bancos de los proyectos y la negación a seguir sosteniéndola con préstamos le han llevado a preparar el concurso de acreedores; así espera que los gobiernos, tanto central como autonómico, apoyen la reestructuración de la empresa con dinero público, además del apoyo financiero de los bancos.

Otra de las razones, la caída de los precios del petróleo, provocada por el conflicto bélico que azota a Oriente Próximo. Las ventas de petróleo de Arabia Saudí, aumentando su producción y la de sus vecinos como Irak e Irán, han llevado a que caigan los precios petrolíferos con lo cual la economía mundial en crisis se beneficia de la bajada de precios y le permite seguir funcionando aunque sea a medio gas. La caída de los precios de los carburantes ha hecho que los proyectos de energías alternativas hayan dejado de ser rentables, dicen, con el perjuicio para Abengoa.

Sin embargo, el reparto de beneficios para los grandes accionistas no ha dejado de llenar los bolsillos de estos hasta este año. A esto hay que añadirles los millonarios despidos de los ejecutivos que, viendo el barco hundirse, se han llevado buenos millones. 11,5 millones se llevó el último presidente, por no hablar de los millones de los directivos y del consejo de administración plagado de ex políticos del PSOE y PP.

En esta empresa los trabajadores tienen mucho que decir y que luchar para no pagar la crisis que querrán endosarles a ellos mientras los directivos, grandes accionistas y banqueros se irán de rositas con los bolsillos llenos. Por ello sería fundamental antes de todo investigar las cuentas y que sean los dueños y directivos los que paguen con sus beneficios de años anteriores las pérdidas que ya quieren endosar a los trabajadores.

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