El 5 de octubre de 1934 los mineros asturianos, liderando al proletariado de la región, desencadenaron la revolución social al grito de ¡UHP!, Uníos Hermanos Proletarios, esperando que el resto del país les siguiera.
El desencadenante: la entrada en el gobierno republicano de miembros de la extrema derecha de entonces: la CEDA. Con las experiencias recientes en Alemania e Italia, donde había triunfado el fascismo, los obreros más conscientes sabían que el fascismo se acercaba y solo la revolución social podía frenarlo.
Estos obreros pusieron en jaque al ejército y las fuerzas de orden público durante 15 días, implantando una experiencia socialista, donde los trabajadores controlaron los medios de producción democráticamente.
Muchos años nos separan de aquellos eventos y los contextos son distintos pero enfrentamos problemas similares: ¡la lógica del capitalismo es la misma, sus crisis continúan y nos arrastran a la barbarie! ¡Y la extrema derecha renace de la podredumbre de este sistema!
Por todo ello, la experiencia de los obreros asturianos es fuente de inspiración y enseñanzas aún en 2024.
¡Viva la revolución de octubre de 1934!
