Unos 200 vecinos se han echado a la calle este sábado en Aluche, Madrid, para intentar restituir el nombre de la calle Maestra Justa Freire y quitar el del franquista Millán Astray. Esta manifestación, además de un acto de repulsa, es también un recordatorio al Ayuntamiento de Madrid que tiene la obligación de eliminar del callejero todos los nombres de dictadores y franquistas, en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática.
Si es comprensible que los elementos más rancios del PP, que aunque ocultan su verdadera cara en el fondo son simpatizantes del dictador y genocida Franco, se entiende menos que el “gobierno de progreso” los deje hacer e incumplir la ley, que lleva casi 2 años en vigor.
¡Está claro que en esta lucha vecinal, hay que esperar poco de las élites gobernantes! Los vecinos llevan razón en recordar esta exigencia, pero para ganar esta partida no deben confiar más que en sus propias fuerzas.


