Según últimos datos del INE ofrecidos estos días por los medios, la tasa de variación anual del IPC del mes de mayo se situó en el 3,6%, tres décimas por encima de la registrada en abril. La tasa anual de la inflación subyacente aumentó una décima, hasta el 3,0%.
Destacó la vivienda, que aumentó 1,2 puntos, hasta el 5,2%, debido a la subida de los precios de la electricidad. Le sigue el transporte que situó su tasa en el 3,8%, nueve décimas por encima de la del mes pasado, debido sobre todo a los precios de los carburantes, que bajaron menos que en el mismo mes de 2023. Turismo y hostelería los precios suben un 5,6%. Los paquetes turísticos son un 8,5% más caros de media, el alojamiento en hoteles y hostales sube un 9,4%… Los grandes propietarios y empresas son los mayores beneficiados.
Lo que sigue sin subir son los salarios. Los sueldos vuelven a perder poder adquisitivo: suben menos que el IPC en lo que va de año. Y cada año la clase trabajadora acumula más pérdida de poder adquisitivo debido a la contención salarial. ¡Ya es hora de cambiar esto, por ejemplo expropiando los beneficios de las grandes empresas!


