La bajada del IVA por parte del gobierno para intentar paliar la inflación se está notando poco pues la patronal ha subido el precio de las mercancías.
Como su propio nombre indica, IVA, es un impuesto que grava el incremento de valor que adquieren mercancías o servicios al ser transformados desde su inicio hasta el consumidor final. O dicho de otro modo, el “valor añadido” es la riqueza producida por el trabajo humano. Pero los que la producen, los que aumentan el valor de cualquier mercancía, los que crean riqueza, en definitiva, son los trabajadores y para ellos solo se destina una parte de esa riqueza en forma de salarios; el resto es plusvalía que va al bolsillo del empresario en forma de ganancias.
Y para que los servicios públicos sigan funcionando correctamente y la cesta de la compra no se haga tan pesada, el dinero debe cogerse de la plusvalía, de los beneficios empresariales, cuya actividad no añade ningún valor a nada.


