Los medios ya han hecho oficial la retirada de tropas estadounidenses, europeas y la salida de la OTAN de Afganistán dejando vía libre a los talibanes para tomar el control del país.
A la hora de analizar el contexto actual que sufre Afganistán, poco les importa o nada al imperialismo que los talibanes gobiernen el país siempre cuando puedan disponer de sus recursos naturales y energéticos. A los capitalistas sólo les interesa asegurar sus negocios y acaparar los recursos de los países que componen Oriente Próximo, olvidando los estragos que los talibanes puedan causar en la población.
También hemos de decir que cabe la posibilidad de que países como China y Rusia lleguen a acuerdos con el nuevo gobierno de Afganistán ya que dispone de infraestructuras de gas natural, de minerales y otras fuentes de riqueza. Además de suponer una zona estratégica ya que se encuentra entre Europa y Asia.
El imperialismo, fase superior del capitalismo tal y como la definió Lenin, ha causado durante más de veinte años en Oriente Próximo miles de muertes y la destrucción de países enteros, devastados por la guerra y saqueados por las multinacionales occidentales, originando en la población hasta problemas de inanición.
La única salida a toda esta catástrofe es que la clase obrera se organice en un partido de los trabajadores internacional para destruir al imperialismo cuya tarea sea la de establecer un régimen social y económico nuevo. Donde los medios productivos y los recursos tanto energéticos como naturales sean propiedad de los trabajadores sin que exista la explotación y el expolio de estos por parte de las potencias capitalistas.
