En la Semana Europea contra la Pobreza Energética, familias de los sectores de la Cañada Real en Madrid afectados por el corte de la red eléctrica han salido a manifestarse delante de la sede de la Comunidad de Madrid. El corte comenzó el 2 de octubre de 2020 y afecta a unas 4.500 personas, de las cuales 1.813 son menores de edad. Llevan 500 días sin luz, con los daños en la salud y el bienestar que esto supone.
Durante todo este tiempo no han recibido solución ninguna. Es para clamar al cielo que las eléctricas, después de tener los superbeneficios que han disfrutado en los últimos años, no se dignen a destinar algo en el mantenimiento de su red eléctrica. Empresas que, recordemos, obtuvieron las instalaciones “casi regaladas” cuando se privatizó Endesa. Y nos preguntamos si responderían de la misma manera si en lugar de ocurrir el corte en un barrio de clase trabajadora, ocurriese en el barrio Salamanca.
La empresa echaba balones fuera, diciendo que cuando se descargase la red volvería la luz, pero los vecinos acaban de conocer un proyecto fechado en 2021 para desmantelar toda la red (postes, cableado) en los sectores afectados. Las vecinas y vecinos hacen bien en no fiarse nada más que de su propia organización. Pues es la organización y unión de la clase trabajadora la puede garantizar sus derechos. ¡Solo las luchas nos protegen!
