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Vistalegre ii: la consolidación del reformismo de Podemos y de las ilusiones electoralistas

El congreso de Podemos ha terminado con el triunfo mayoritario de la corriente de Pablo Iglesias sobre Errejón. La tercera tendencia en discordias, los Anticapitalistas de Miguel Urbán y Teresa Rodríguez. Esta segunda asamblea ha consolidado el liderazgo de Pablo Iglesias con el 60% de los votos aproximadamente, el ala derecha representada por Errejón obtuvo el 30% y el 10% restante los “anticapis” de Miguel Urbán.

Fundamentalmente son los “pablistas” y los “errejonistas”  las dos tendencias que con una estrategia similar, preparan las elecciones del 2020 para pactar con el PSOE y así abrir el camino a una reforma del Régimen del 78 desde dentro, siempre respetando los márgenes de los intereses capitalistas y sus instituciones. Sus diferencias estriban fundamentalmente en la manera de vencer a la derecha en las elecciones. Para los “pablistas” se necesita el apoyo de la movilización social, para los “errejonistas” es el pacto con socialistas e incluso si procede con Ciudadanos para echar al PP. Se trata de erigir “la transversalidad”, es decir una suerte de alianza interclasista o utilizando su terminología “bloque histórico”. En ella desaparece la clase obrera como eje vertebrador de la lucha social y eleva a primer término “la ciudadanía”, en busca de la “mayoría social”.

Los anticapitalistas se situaron a la izquierda con la creación de una banca pública aunque sin la nacionalización del sector financiero-, la perspectiva de un proceso constituyente o “la recuperación social de bienes comunes”, la auditoría de la deuda o la renta básica universal que suenan ya muy lejanos en boca de Errejón e Iglesias. Al final se constituyen en furgón de cola del “pablismo”, el ala izquierda de un Podemos reformista dentro del régimen capitalista.

No nos engañemos, Podemos, y su propuesta de “cambio” social, entra de lleno en el reformismo a través del parlamentarismo y la dinámica electoral, llámese “proceso constituyente” o “gobernar para la mayoría social”. El congreso de Vistalegre II ha sido la consolidación del control por parte de Pablo Iglesias y de sus propuestas, dentro del marco capitalista y su democracia. Podemos ha contribuido a la desmovilización de la calle y de las luchas, ha contribuido a mantener la ilusión del cambio a través de las instituciones y en definitiva a mantener el sistema capitalista desde la “izquierda”.

No han conseguido nada de lo que hacían creer, el “sorpaso” electoral se quedó atrás y su práctica en los municipios no ha dejado de ser paños calientes para una enfermedad social que no tiene otra cura que la destrucción del capitalismo. Definitivamente Podemos, se ha consolidado en un partido más, que sólo tiene de nuevo el viejo aroma de la socialdemocracia.