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Violencia policial en Francia

Desde principios de febrero, se vienen convocando protestas contra la violencia de la policía francesa. La chispa fue la agresión de un joven por cuatro policías, el pasado 2 de febrero, en un barrio popular de la cercanía de París. Los policías lo golpearon y violaron con una porra, mientras le lanzaban insultos racistas. El joven Théo, que tiene 22 años, fue hospitalizado en estado grave, con una herida de 10 centímetros. Ahora está fuera del hospital pero tiene una baja de 60 días.
La violencia del suceso no impidió que la justicia, siempre muy dura contra los manifestantes y los jóvenes, quisiera proteger a los agresores, pretextando que se trataba de un acto “involuntario” eliminando la acusación de violación para tres de ellos. No hay palabras para calificar el comportamiento judicial.
Pero Théo no es un caso aislado. El pasado verano, murió el joven Adama Traoré en una gendarmería, lo cual ya provocó manifestaciones. Según las estadísticas oficiales, en Francia, cada año mueren 15 personas a manos de la policía. En realidad, las cifras no se saben.
La violencia y el racismo de la policía francesa son conocidos y tienen un largo historial de abusos, en particular contra los trabajadores inmigrantes o hijos de inmigrantes. Con el estado de emergencia y la evacuación de los campamentos de refugiados en Calais o en París, así como en la represión de las manifestaciones —como las de la primavera pasada contra la reforma laboral— los agentes ejecutan órdenes que ya en sí son injustas y violentas.
¡Esta sociedad está tan podrida que necesita este Estado y esta justicia de clase para mantenerse!