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Trabajadoras de Bershka contra los abusos patronales

Cuando comenzamos a escribir este artículo, la lucha de las trabajadoras de Bershka en Pontevedra, filial de Inditex no hacía más que comenzar, con una larga lista de abusos laborales:  Pagando sueldos inferiores a los de otras provincias, combinando horarios y turnos que impiden conciliar la vida familiar y laboral, una plantilla donde más del 90% son contrataciones temporales e incumplimiento de otros aspectos, como respetar las vacaciones estivales o las bajas por incapacidad o maternidad.
Estas trabajadoras se organizaron, vieron que la lucha y la unión es la fuerza que les permitiría plantar cara a la empresa.

Dispuestas a ser oídas y a denunciar sus precarias condiciones de trabajo, comenzaron una huelga de más de 7 días, logrando que el 100% de la plantilla la secundase. Así han mantenido cerradas las tiendas de Bershka en Pontevedra, exigiendo mejoras salariales, tiempos de descanso, vacaciones, etc.

Aunque en un primer momento, la empresa intentó apagar las protestas ofreciendo una mísera subida salarial, la respuesta de las trabajadoras fue un no rotundo.

Además de mantener las jornadas de huelga, estaban dispuestas a que los medios mostraran las condiciones de precariedad que venían padeciendo. Enorme tarea cuando todos los medios estaban mirando a Cataluña, más interesados en los explotadores, sean éstos empresarios o políticos y no de la clase trabajadora, explotada diariamente por unos y por otros.

Y el ejemplo de estas luchas vuelve a demostrar otra vez que se pueden vencer las injusticias del patrón, aunque se trate de Amancio Ortega, unos de los españoles más ricos del mundo, propietario al 60% de Inditex y que sólo el pasado año obtuvo beneficios por 3.157 millones de euros.

Ellas han conseguido que la empresa acepte sus demandas, consistiendo en: un aumento proporcional de salarios, un plus en nuevos contratos, abono de los salarios de tres de los días que han estado en huelga, además de equiparar las mejoras en turnos y descansos semanales y estivales, permitiendo la conciliación laboral y familiar, vacaciones, permisos, bajas… etc.

La lucha es el camino, estas trabajadoras de Pontevedra lo tienen claro; ¡A ver si en otras provincias cunde el ejemplo! Y no sólo en el textil, que la clase trabajadora es explotada por todas partes sin importar el sector al que pertenece.

Que no piense nadie que las huelgas son cosa del pasado; Lo que debemos hacer los trabajadores es unirnos y luchar para mandar las injusticias laborales y sus patronos al pasado, que es su verdadero lugar.