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¿Será Trump imputado?

“Tenéis un Consejo Superior que tiene poderes fiscales ahora mismo… El acceso público a esto probablemente va a ser muy limitado. Realmente se va a limitar lo que el público sabrá sobre esto”.  Así dijo el Senador republicano Lindsey Graham, respondiendo al nombramiento de un fiscal para que investigara si Donald Trump o su administración ha quebrantado la ley.
Podemos estar seguros que al Partido Republicano le gustaría – en las propias palabras de Graham- “Limitar que el público sepa sobre esto”. Pero la mayoría de los Demócratas están también invocando a la “paciencia” y a “dejar que la investigación lleve su curso”.
Llevar su curso quiere decir que lleve su tiempo. Mucho tiempo. Los dos últimos abogados del Estado les llevaron a cada uno casi siete años sus investigaciones en las transgresiones presidenciales.
Exactamente esto es lo que se quiere. No importa cuántos años lleve, el flujo constante de información condenatoria podría ser seriamente reducida, al menos por ahora.
En Washington, impacientes para centrarse en el trabajo habitual. Eso es lo que los políticos deben estar deseando. Porque Trump , él mismo,  ha creado un problema para la normalidad de Washington – la cual es llevar a cabo la agenda política de la clase capitalista : las compañías de seguros , los bancos , los grandes empresarios industriales.
Con sus constantes tuits, sin mencionar las grandiosas declaraciones en las cuales él se implica a sí mismo en delitos, Trump se ha colocado a sí mismo en la agenda. Lo que Washington, y detrás de ella la clase pudiente que realmente maneja esta sociedad, debe esperar ahora es que la investigación “chafe” al propio Trump.
Trump es claramente representativo de su clase: de los pudientes que manejan esta sociedad. Personas arrogantes que creen que tienen todos los derechos del mundo, para hacer lo que quieran y cuando quieran- y que nadie les apele.
Durante casi toda la historia de Trump, nadie le exigió que rindiera cuentas. Acumuló dinero estafando a otras personas. Puso negocios en bancarrota, dejando salarios impagados, mientras se escapaba no solo con el dinero ganado de la gente, sino también con dinero que él había tomado prestado. Empleó a inmigrantes sin papeles, pagándoles salarios muchos más bajos. Fue tan hostil a cualquier intento de formar un sindicato en cualquiera de sus negocios que fue citado por los juzgados por quebrantar las leyes laborales – incluso juzgados que no son muy favorables a los sindicatos. Fue abiertamente un predador sexual, fanfarroneando sobre bravura sexual como un adolescente.
La clase poderosa estaba bien con todo esto. Pero ahora Trump está sentado en la Casa Blanca, con un foco constante sobre él.Y todavía no puede mantener su boca callada ni su cuenta de Twiter cerrada.
Eso es lo que crea un problema para el resto de su clase, la poderosa clase capitalista. Porque continúa vanagloriándose abiertamente sobre lo que el resto de ellos hacen, pero sin decirlo. Su fanfarronería amenaza a todos ellos.
Si Trump no puede contenerse a sí mismo ahora, si no puede resistir lanzar salvajes declaraciones, si su necesidad de estar en el foco constantemente no puede ser reprimida por la amenaza de imputación, el resto de su propia clase, perfectamente puede decidir la necesidad que fuera abandonado. Y si lo deciden, Whasington lo imputará.
A cualquier lado que esta investigación nos conduzca, una cosa está clara. Trump –sin importar   cuan arrogante o auto importancia se arrogue –  no está solo. Incluso si Trump fuera eliminado por imputación, el sistema capitalista continuará – justo como ocurrió después de Nixon, que, amenazado por imputación, dimitió.
El problema para la gente trabajadora no es si Trump va a ser imputado. Nuestro problema es que Trump y el conjunto de su clase, la clase capitalista que dirige este país, debería ser lanzada a un lado, como la basura acabada que son. Ninguna investigación del congreso va a hacer esto. Ni ningún fiscal
La única fuerza que tiene la razón y la capacidad para hacerlo es la clase trabajadora – en el momento que empiece a moverse, testar su propia fuerza y se dé cuenta del poder que puede tener.