Las personas que se encontraban incapacitadas para hacer ciertos trabajos se readaptaban a otros puestos más acordes con su incapacidad en Correos. Pero por lo visto esto ya no lo tienen en cuenta: estés como estés, vas al puesto que ellos digan, aunque no esté adaptado.
Esto es un atropello más a los trabajadores de Correos, que son dados como aptos para todo tipo de servicios, independientemente de cómo estén.