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Precariedad en aumento en España

Un reciente estudio proporciona datos sobrecogedores acerca de 9 ciudades andaluzas, señalando el porcentaje de pobreza (exclusión social) con respecto de su población. Por ejemplo Sanlúcar de Barrameda, localidad gaditana con 67.433 habitantes, tiene una tasa de población en riesgo de exclusión del 40%.

El número de desahucios en 2016, aumentó hasta el 42%, la cifra más alta conocida en la última década. Los bancos son los beneficiados, nada nuevo. Todas las reformas laborales, las bajadas de las pensiones, los contratos basura / temporales, han condicionado el nivel de renta de las familias trabajadoras. El empleo sigue siendo inestable, siendo el empleo temporal sobre todo en el sector servicios el que más empleo maneja, con contratos por hora, sueldos muy por debajo del salario mínimo, en muchos casos sin cobertura sanitaria o sin contrato firmado. La pobreza aumenta; aumenta a un ritmo alarmante provocando verdaderos dramas en las familias, la desintegración y la marginalidad individual.

Los desahucios seguirán mientras los bancos o empresas privadas sigan siendo los propietarios de viviendas. La sanidad, que excluye a un alto número de personas que no pueden costear sus medicamentos es otro factor determinante. Muchas personas sin ingresos ya no se costean los medicamentos que pueden ayudarle a llevar una vida mejor. La asistencia a la dependencia se lleva adelante con criterios mercantiles, sufriendo por igual sus efectos tanto pacientes como trabajadores de asistencia. Aún quedan por ser atendidas 400.000 personas, algunas quizás no lleguen a disfrutarla a tiempo.

Cabría esperar otra cosa en estos tiempos que vivimos. ¿Por qué sucede esto? Vivimos al día de suficientes avances médicos, vacunas o medicamentos que podrían haber servido para impedir estas situaciones. Sabemos también que las farmacéuticas marcan el paso que debe seguir la sanidad pública. Los más castigados son siempre los más débiles de la sociedad y los culpables están en las empresas privadas y bancos contando con la complicidad de los gobiernos que facilitan su labor con leyes lesivas para la población. Nos dejan sin trabajo, sin casa, sin sanidad y si llegamos a viejos ya veremos. ¡Al final podrán decir que el paro baja porque ya no queden parados que contar y lo mismo con la ayuda a la dependencia!