Hace tan sólo unos días la aviación americana ha bombardeado por primera vez posiciones del “Estado Islámico” en Siria. Hasta ahora los ataques aéreos sólo habían afectado territorio iraquí. EEUU ha conseguido apoyo del conjunto de los países imperialistas y de buen número de países árabes para estos ataques, que siguen a aquellos de 1991 y de 2003 y que, precisamente, crearon las condiciones del caos actual en la zona.
Hace meses que prosiguen su avance las milicias del “Estado Islámico”. Las consecuencias son dramáticas para la población de las zonas conquistadas por ellos; imponen a la población una dictadura propia de la Edad Media, decapitan, cortan las manos y reducen a las mujeres a la esclavitud. La situación cada día es peor y el caos amenaza con extenderse a otros países de la región.
Por desgracia no hay nada bueno que esperar de esta intervención americana; no es la suerte de la población la que preocupa a los dirigentes imperialistas sino los negocios de los grandes grupos capitalistas en la zona. Hay que recordar que todas las intervenciones imperialistas habidas hasta hoy día no han hecho más que agravar la situación; se han apoyado sobre las fuerzas más reaccionarias, con pleno conocimiento de lo que eran, para mantener su dominación política y económica: la situación de Afganistán, a quien la intervención americana debía salvar de los integristas, es la prueba.
El imperialismo, que se presenta como salvador de la población víctima de la barbarie, es el primer responsable. ¡Abajo el imperialismo!