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No hay creación de empleo, hay empleos de miseria

Los datos recién publicados de la EPA, (Encuesta de Población Activa), referidos al mercado laboral en 2014, redobla los esfuerzos del gobierno por hacernos ver que España va bien, retomando la célebre frase de Aznar. Pero la realidad es tozuda: el número de parados se sigue situando en 5.457.700.

Con los datos en la mano, el paro ha bajado respecto al 2013 tan sólo en 477.900 trabajadores. Pero si lo comparamos con 2012 el paro se situaba en 5.273.600 trabajadores, o sea, que el paro sigue siendo más elevado en la actualidad; por supuesto, también calla el gobierno de Rajoy que desde que llegaron al poder hay 182.000 parados más.

El empleo creado es muy precario, temporal y mal pagado. No es anecdótico el ejemplo que ha saltado a los medios de comunicación de la trabajadora que fue a una entrevista de empleo para una panadería en Jerez y las condiciones eran trabajar los 7 días de la semana, sin vacaciones, 9 horas al día,…¡por 500 € al mes! Condiciones que como bien le dijeron, son el “pan nuestro de cada día”. El desempleo no es más que la presión a los que trabajan para bajar los salarios. No tenemos que olvidar que los beneficios empresariales y del capital vienen de la explotación salarial.

Sin embargo, no es lo mismo la creación de puestos de trabajo y el total de horas de trabajo que las empresas contratan, y estas no están creciendo. Por consiguiente, no se está creando empleo sino repartiendo las horas de trabajo, eso sí, bajando los salarios.

Pero si imponemos el que se abran totalmente las contabilidades de las grandes empresas y bancos -las reales- veríamos que habría dinero suficiente para no sólo repartir el trabajo sin bajar los salarios, sino también para la creación de empleos. Y esta imposición no va a caer del cielo ni de una urna electoral. ¡Tan sólo puede venir dada por la presión en las calles!