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Los millones que llegan de la UE, subvenciones para la patronal

El gobierno ultima los planes para recibir las subvenciones de la UE; entre ellos está los acuerdos sobre la reforma laboral y las pensiones.
En una carrera contra reloj el Gobierno está ultimando los últimos flecos para dar por aprobada las modificaciones a la reforma laboral. Desde el gobierno indican que son una de las condiciones impuestas por la Comisión Europea para poder recibir las ayudas millonarias -140.000 millones- previstas en la UE hasta 2026. A los 9.000 millones hay que sumarle 10.000 que acaba de recibir el gobierno.
Junto a la aprobación de esta nueva reforma laboral, otra condición impuesta por la UE es elevar el período de cómputo para calcular la pensión. Durante 2021 son los últimos 24 años, que se elevarán a 25 años el próximo ejercicio. ¡Algo complicado con una temporalidad laboral en aumento!
Y tengamos en cuenta que la edad de jubilación va en aumento. Es decir, habrá que trabajar durante más años para poder alcanzar la edad de jubilación. Habrá que seguir regalando a la patronal años de trabajo, soportar bajos salarios y con el temor al despido.
Otra condición al actual sistema de pensiones impone sustituir el factor de sostenibilidad por el DE EQUIDAD intergeneracional, que básicamente consiste en aumentar medio punto las cotizaciones desde 2023 y durante 10 años. Esta recaudación iría al Fondo de Reserva por si en 2030 hiciera falta utilizarlo.
La reforma del sistema de cotización de la Seguridad Social para los autónomos también es otra de las condiciones a cumplir en ese pacto.
Se trata de una nueva vuelta de tuerca al mercado de trabajo y el acceso a una pensión digna. Los trabajadores van a ver reducidas sus condiciones laborales, van a tener mayor dificultad para alcanzar las pensiones y éstas no están siquiera garantizadas. Por el contrario, la patronal solo tendrá que poner la mano.
Con todo ello, este gobierno ha demostrado el desprecio a los propios trabajadores y a las condiciones de precariedad que tienen que soportar. Y la razón por la que no quieren derogar la Reforma no es de índole legal, es simplemente porque respetan la realidad económica del capitalismo: las patronales necesitan una mano de obra barata para obtener beneficios. Y contra eso sólo hay un camino: imponer desde la lucha obrera medidas que reduzcan el poder del capital atacando su poder real: la propiedad privada de sus medios de producción.
Los trabajadores no tenemos otra opción más que la lucha. Para imponer cambios reales en nuestras condiciones laborales hacen falta huelgas que toquen los intereses de los empresarios, como se ha hecho históricamente. La clase trabajadora con su trabajo hace que todo funcione y por ello tiene en sus manos su futuro.

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