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La subida del IVA: una nueva cuesta de enero

     Como todos estamos viendo la nueva subida del IVA está suponiendo un nuevo ataque a los bolsillos de todos los trabajadores. Por si esto fuera poco el precio de la gasolina y del gasóleo marcaron una subida bestial –y no será la última- a finales de agosto, con todo lo que ello conlleva de subida de muchos otros productos,  alimentos y servicios esenciales como la luz, el agua, telefonía o transportes.

     La crisis nos está golpeando duro a todos los sectores de los trabajadores, a los autónomos, al pequeño comerciante, etc. No sólo son las subidas de precios, los mayores impuestos y tasas, sino la merma de los salarios. El propio Instituto Nacional de Estadística acaba de informar de que los salarios pierden peso en la riqueza nacional pero el excedente bruto de explotación -los beneficios empresariales, hablando en plata- mantienen un crecimiento 3 veces mayor que los salarios.

     Pero no son los trabajadores –que  constituyen el grueso de la población- los que han causado la crisis y por tanto no son quiénes deben pagarla. Porque en definitiva todo lo recaudado con estas subidas de precios, todos los recortes que estamos sufriendo, esta nueva subida del IVA,  van a ir a pagar la deuda generada por los bancos, van a ir a los bolsillos de los de siempre; y detrás de un recorte vendrá otro y luego otro porque estamos ante un sistema económico ávido de beneficios y, cuando estos escasean, lo van a sacar de dónde sea, sin importarles las condiciones de vida y el deterioro de tantas familias.

     Frente al aumento incesante de los precios, es necesario imponer la subida automática de los salarios según el IPC. Y esta será nuestra lucha.