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La pobreza infantil aumenta

Según los últimos datos de Eurostat, la pobreza infantil sigue aumentando. Sobre la situación de los niños, niñas y adolescentes en riesgo de pobreza o exclusión social, el 24,2 % de la Unión Europea estaba en riesgo de pobreza o exclusión social en 2020. En España el dato sigue disparado: cerca de un 32%.
Las personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social son aquellas con ingresos inferiores al 60% de la renta media; también tienen tal consideración las que viven en situación grave de privación material y social, que son las que viven en hogares que carecen al menos de 4 de los 9 ítems siguientes: una semana de vacaciones/año; una comida de proteína cada dos días; temperatura adecuada de la vivienda; gastos imprevistos; retraso en pagos relacionados con la vivienda; automóvil, teléfono, televisor y lavadora; también se considera en riesgo aquellos hogares que cuentan con una intensidad de trabajo muy baja.
Tras las frías estadísticas, la realidad: tres de cada diez niños españoles viven en hogares que no se pueden permitir una comida de proteínas cada dos días, pasan frío en invierno y calor en verano, no renuevan adecuadamente calzado y vestuario, no tienen una buena conexión a internet, ni la tecnología apropiada para hacer sus deberes. Ser un niño pobre también es que no puedas hacer actividades artísticas o deportivas, asistir o celebrar cumpleaños y significa que hay que aferrarse al comedor escolar…
Desde Europa han establecido una serie de recomendaciones para intentar paliar este gran problema, y han establecido la “Garantía Infantil Europea”. Esta recomendación tiene como objetivo prevenir y combatir la exclusión social garantizando el acceso de los niños necesitados a un conjunto de servicios clave como el acceso efectivo y gratuito a la educación infantil y atención a la primera infancia de alta calidad, a la educación y las actividades escolares, y a una comida sana cada día en la escuela, entre otros. ¿Se cumplirá? ¡Claro que no! Porque para los gobiernos las prioridades son otras y el objetivo último y principal es que el engranaje de los beneficios empresariales continúe porque –nos dicen- si al empresario le va bien, al trabajador también. ¡Mentira!
Este tanto por ciento, tan elevado, de pobreza infantil en España, no son solo datos porque los niños de hoy serán los trabajadores futuros. Y ya los estamos condenando, de antemano, a que no solo su presente, sino también su futuro sea negro, muy negro. ¿Qué tipo de sociedad piensan hacer estos políticos que dejan llenar sus bolsillos a un puñado de ricos y empresas, mientras a esta situación de pobreza infantil no se le pone fin? No, el futuro de la humanidad no va a venir siguiendo este camino.

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