La Huelga General del 14N ha sido un éxito rotundo a pesar de lo que digan los medios de comunicación de la derecha y extrema derecha. Millones de trabajadores y autónomos fueron a la huelga y cerraron las grandes y medianas empresas, así como parte del pequeño comercio. Fueron la industria y los polígonos donde la huelga fue mayor; en los sectores públicos de la sanidad fue también unánime el seguimiento, así como en la educación pública. Los que no pudieron hacer huelga por la presión llenaron las manifestaciones de la tarde, como la de Madrid, con cientos de miles de asistentes.
Este éxito en las calles se produce a pesar de que los sindicatos mayoritarios convocan sin la preparación necesaria. En general no hubo ni asambleas informativas en los tajos – salvo excepciones -; ellos mismos cuentan que pusieron muchos menos piquetes informativos… Su objetivo es seguir manteniendo su papel de “negociadores” e insisten en un referéndum para aprobar o no la política de Rajoy. ¡Pero el referéndum ya lo ha hecho la calle! Y está claro el resultado.
La huelga ha demostrado que somos los trabajadores los que hacemos funcionar la sociedad y, que sin nuestros salarios, los autónomos se hunden. Ha demostrado también que nuestra lucha tiene que ser internacional, esta convocatoria era a nivel europeo, pues tenemos el mismo problema: la explotación de los banqueros y de la gran patronal.
Los trabajadores ahora debemos preparar las próximas movilizaciones y unirnos en torno a un plan de lucha básico y concreto, con reivindicaciones claras: “contra el paro, reparto del trabajo sin bajar los salarios” y “prohibición de los despidos”, entre otras.