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Hace 70 años, Polonia 1943: la insurrección del gueto de Varsovia

     Hace 70 años, desde el 19 de abril al 10 de mayo, el gueto de Varsovia se sublevaba. La población judía que estaba hacinada allí por los nazis encontró los recursos para alzarse contra la barbarie de la que era víctima.

     En el mes de abril de  1943, el gueto existía desde hacía cuatro años, era una zona que había reagrupado, en septiembre de 1939, a 360.000 judíos polacos. En este cuadrilátero de 2.000 por 600 metros, aislado del resto de la POLONIAciudad por un muro de 2,50 metros de altura, fue amontonada una población con una densidad nueve veces mayor que en el exterior del muro.  Muchos morían de hambre, de enfermedades, o sufrían la falta de higiene,  privaciones o el trabajo forzado, antes de conocer las deportaciones hacia los campos de la muerte.

     El régimen nazi, que sabía que  las condiciones eran propicias para provocar una revuelta, se apoyaba en las divisiones latentes en la población polaca. El antisemitismo, que corroía las relaciones entres los judíos y la población polaca mayoritariamente católica, fue promovido, para intentar evitar todo apoyo de esta a los judíos. En el interior del gueto, los nazis se apoyaban en el Consejo Judío, dirigido por los más ricos, para dirigir la vida social. La corrupción reinaba. Los miembros de la policía se reclutaban entre las capas más acomodadas. Los que formaban parte de estos organismos creían estar a cubierto, hasta que también ellos fueron exterminados.

Durante el año 1942, 310.000 hombres, mujeres y niños fueron deportados hacia los campos de la muerte. La orden de liquidación definitiva de la población del gueto fue dada el 5 de agosto.

     Existían en el gueto movimientos políticos, sionista, comunista y socialista (Bund).  Estos se constituyeron en comité de coordinación para organizar la resistencia armada. Las armas pasaron clandestinamente al gueto, prueba de que a pesar de todo existían apoyos desde el exterior.

     Cuando estalló la revuelta en 1943, solo quedaban 40.000 personas en el gueto. A pesar del envío de tanques y de vehículos blindados por el ejército alemán y de la destrucción de los edificios donde se protegían los insurgentes, los combates causaron estragos durante días,  al final de los cuales sólo quedaron de 500 a 700 combatientes, refugiados en las alcantarillas, que el ejército exterminó. Pero durante varias semanas más combatientes aislados continuaron la lucha hasta la muerte.

     La revuelta fue impulsada por los más jóvenes, cuyo valor y tenacidad sorprendieron a los soldados alemanes. Sobre todo fue alentada por unos militantes que estaban en las antípodas de los notables que habían creído contemporizar con el ejército de ocupación. Estos militantes vinculados a la parte más pobre de la población, defendían frecuentemente, más allá de sus divergencias, ideales socialistas.

     En las peores condiciones, en plena guerra mundial, contra el aparato implacable del ejército alemán y del poder nazi, el recuerdo de los combatientes del gueto de Varsovia continúa siendo un testimonio de que la revuelta vale siempre mucho más que la sumisión. Y cuando los oficiales israelís se sirven hoy de su recuerdo para justificar  los crímenes de su propio ejército de ocupación en Palestina, insultan la memoria de los combatientes del gueto.

por Alain Lecaire

Autor: Lutte Ouvrière

Traducido por  F.P.

Tomado de Kaos en la Red