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Grecia: ¿Salida de la crisis?

Grecia va a salir de la recesión, con una subida del 0,6% del producto interior bruto (PIB) en 2014 en lugar de la bajada en torno al 4% del 2013. Es al menos lo que ha declarado el ministro de economía, Yannis Stournaras, añadiendo que será necesario continuar aplicando las medidas indispensables para fortalecer esta mejoría.

El proyecto de presupuestos, presentado el 7 de octubre, prevé un aumento de los impuestos, especialmente el nuevo impuesto de bienes inmuebles, odiado por la población. Esta “sangría” suplementaria supondría, según el diario Elegtherotypia, 400 euros de media por cabeza, para 5,7 millones de contribuyentes. En el terreno económico, está también previsto reducir las indemnizaciones por desempleo, los gastos de sanidad y las pensiones de los jubilados.

Aparte de los bancos, cuya situación se ha saneado a golpes de ayudas públicas y de supresiones de empleo, no está claro quién puede creer en “la salida del túnel”. La vida cotidiana de los trabajadores griegos, consiste en un salario mínimo de 500 euros y las más de las veces muy inferior, la imposibilidad de pagar el alquiler y la necesidad de arañar en todos los gastos, incluso los de alimentación. Está también la tasa de desempleo del 27% al mismo tiempo que, según una encuesta reciente, el tercio de trabajadores activos dicen trabajar más tiempo que antes, en particular en el sector privado pero también en el público, lo que explica la subida de un 25% de la competitividad, de la que se jacta Stournaras.

Las recientes medidas de excedencia forzosa de miles de funcionarios, durante ocho meses con el 75% del salario, son para muchos de ellos la antesala del despido. La subida del desempleo es por tanto infinitamente más probable que su bajada, profetizada por el gobierno, aunque la cifra de 34% de parados en el horizonte de 2016 barajada por el instituto laboral vinculado al sindicato GSEE sea cuestionable.
En Grecia como en todas partes, la « salida de la crisis » está de moda. Pero, frente a la realidad, estas palabras son una verdadera provocación.