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Francia: frente a los candidatos de la burguesía, ¡dar voz a los trabajadores!

Las elecciones presidenciales se celebrarán el 23 de abril, con una segunda vuelta el 7 de mayo.
Como para recalcar que, sea quien sea el próximo presidente, pondrá en práctica la política del gran capital, los programas provocan menos debates en esta campaña que los fraudes de dos candidatos. Recientemente, el Ministro del Interior (del Partido Socialista) dimitió tras publicarse otro caso de “empleos ficticios”.
En los sondeos más recientes, la candidata más votada en la primera vuelta sería la multimillonaria Marine Le Pen, del partido de extrema derecha Frente Nacional, delante de Emmanuel Macron, candidato centrista, exbanquero en Rothschild y exministro en el gobierno de Hollande. En la segunda vuelta, los grandes partidos suelen aliarse contra el Frente Nacional para que al final gane el otro candidato.
Aunque en los platós se hable únicamente de los cinco “grandes” candidatos, hay once en total. Entre ellos, dos candidatos de la extrema izquierda, nuestra compañera Nathalie Arthaud de Lutte ouvrière (Lucha Obrera) y Philippe Poutou del NPA (Nuevo Partido Anticapitalista).
Los compañeros de Lutte ouvrière llevan desde 1974 presentando una candidata a las elecciones presidenciales. ¿Por qué los comunistas revolucionarios se presentan?
Primero, para denunciar este circo electoral. En los países “democráticos”, se ruega a la población que vote cada cierto tiempo para elegir al gobierno, mientras que la política del mismo la decide la gran burguesía en sus salones y sus consejos de administración de las grandes empresas. Para captar a los votantes, el candidato presenta un programa más o menos bonito pero al final todos hacen lo que manda el Capital. Y poco les importa si pisan sus propias promesas de campaña —en Francia los socialistas se han hecho especialistas en ello, a lo largo de sus décadas de gobierno, lo cual contribuye mucho a la subida electoral de Le Pen.
Segundo, porque los compañeros de Lutte ouvrière sí defienden un programa: prohibir los despidos; subir todos los salarios, incluso el salario mínimo que es insuficiente; controlar y publicar las cuentas de las empresas, las cuentas reales.
Este programa no es el de ningún gobierno burgués. Es un programa de lucha, que traza objetivos reivindicativos comunes a todos los trabajadores. Tal y como se puede leer en el semanal Lutte ouvrière (nº 2538): “Votar a Nathalie Arthaud,  es: Afirmar que los trabajadores forman una sola clase social, sea cual sea su nacionalidad, origen o color, y que sus intereses se oponen a los de la burguesía.
Rechazar el racismo, el chovinismo, todas las ideologías que oponen a los explotados los unos a los otros en vez de oponerse ellos a sus enemigos verdaderos. ¡Libertad de circulación y de instalación de los migrantes!
Rechazar las guerras que se libran so pretexto de terrorismo mientras que sólo sirven para mantener el pillaje que hace la burguesía francesa de los países pobres de su antiguo imperio colonial.
Denunciar los exorbitantes gastos de armamento. Las compañías del sector están entre los mayores parásitos capitalistas. Deberían ser expropiadas.
Reclamar la expropiación de la banca privada cuyas especulaciones llevan toda la economía a la ruina.
Ser consciente de que la emancipación de los trabajadores será la obra de los propios trabajadores y que cualquiera que haga de salvador los traicionará.
Decir su orgullo de pertenecer al bando de los trabajadores.
Prepararse para responder a los ataques del futuro presidente, sea quien sea, y de su gobierno.”