Un trabajador plantea algunas cuestiones sobre el mundo laboral con ánimo de reflexionar.
«Si nos vamos a un pasado reciente, el de nuestros abuelos, sabemos que sus condiciones laborales eran pésimas. Trabajaras, bien en el campo, minería o la industria, el trabajo era realmente duro. Pero ya existían los “señoritos” o ingenieros que vivían bastante mejor. Estos basaban su posición social en la apropiación de la riqueza generada con el trabajo de sus empleados y la defendían pasándolo de generación en generación.
Actualmente, con el avance de la tecnología los trabajos son más llevaderos, pero, ¿ha cambiado la situación social? Lamentablemente no. Las familias “bien” siguen siendo las mismas. Han usado las mejoras tecnológicas, que permiten una mayor productividad por trabajador, para apropiarse aún de más riqueza.
Nuestra mejora de vida respecto a nuestros abuelos es relativa, pues si ahora podemos tener coche, el burgués puede tener avión o yate (y el dinero en un paraíso fiscal). Y han conseguido, de momento, conjurar los peligros de una masa social desfavorecida que reclame sus derechos.
Los poseedores de los medios de producción pronto se dieron cuenta, que al unir a cientos de obreros en las fábricas, estos trabajadores tomaban conciencia de su clase y de su fuerza social. Para debilitarlos crearon la subcontratación. Usan el divide y vencerás. Nos intentan convencer de que somos empresas diferentes, con problemas diferentes, aunque trabajemos para una misma corporación. Debemos ser conscientes que como trabajadores todos somos iguales, con problemas idénticos. No debemos interiorizar ese argumento individualista de que el problema no es cosa nuestra, lo único que consigue es debilitarnos frente a los ataques que recibamos. Debemos tener siempre presente la frase de:”solo no puedes, con amigos sí”, promover la unión frente a los ataques y solidarizarnos y apoyar todas las luchas laborales. Porque tras cualquier lucha laboral siempre hay una injusticia hacia unos trabajadores y sin lucha nada se consigue.»