Después de las asambleas de los sindicatos se tiene previsto un referéndum para aprobar o rechazar el preacuerdo. Desde aquí respetamos las distintas opciones que los trabajadores elijan. Pero debemos tener claro que se acepte o no el preacuerdo y el convenio, van a venir más ataques a las condiciones de vida de los trabajadores.
Nosotros hemos venido diciendo que este preacuerdo es una trampa. La única manera de frenar los pies a la Dirección es rechazar los recortes. Sólo la presión y la lucha de los trabajadores puede dejar sin efecto los ataques.
Hay que ser consciente que lo que propone la Dirección es escoger como se nos va a cortar la pierna: a trozos o de una vez. Si aceptamos recortar los salarios hay que saber que mañana recortarán más. Esta es la lógica a la que se tiene que decir NO.
Parar la privatización de Tussam es cuestión de lucha y no de papeles. El PP lo tiene decidido ya. Cualquiera que sean los resultados del referéndum hoy, comprometámonos a las luchas de mañana.