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EEUU: Las infraestructuras se derrumban mientras Trump hace amaños

Donald Trump dice que él quiere poner dinero para arreglar las desmoronadas infraestructuras del país. El pasado verano, cuando era candidato, prometió un trillón de dólares para llevarlas a cabo.
¡Sí, es absolutamente cierto que las infraestructuras están derrumbándose! Tan solo en las últimas semanas hemos visto un montón de historias impactantes:
En Dallas, un bebé de seis meses murió después de que su cuidadora no pudiera contactar con el 911. La envejecida tecnología del 911 de Dallas no podía notar la diferencia entre las llamadas en espera y las finalizadas, creando un enorme retraso en la atención de las llamadas.
En el norte de California, las lluvias torrenciales crearon un gran fallo en los desagües de la presa de Oroville , que condujo a la evacuación de emergencia de más de 200.000 residentes. Esta presa es una de las 14.000 clasificadas en el país como “alto peligro potencial” que necesita repararse.
Las filtraciones de las tuberías de los sumideros causaron socavones que aparecieron de repente en Los Ángeles y Fraser, Michigan tragándose coches y casas.
En el sudeste de Michigan, desde Detroit a Brighton, fuertes vientos derribaron ramas, árboles y las líneas eléctricas, dejando a más de un millón de personas sin electricidad durante días, algunos durante casi una semana. No fue un acto de la naturaleza, sino el resultado de los recortes de los presupuestos, dejando muchos árboles sin podar y las redes eléctricas sin mantenimiento.
También en Detroit, un mal funcionamiento de los equipos de una planta de tratamiento de agua, causó que la presión del agua cayera a niveles que podía permitir contaminación bacteriana. Decenas de miles en la ciudad, incluyendo 29 colegios, no fueron informados de este peligro hasta mucho tiempo después que hubieran estado utilizando esta agua potencialmente contaminada.
Y por supuesto, la ciudad de Flint todavía sufre con el agua contaminada de plomo, muchos años después que el problema fuera publicitado por primera vez.
Por todo el país, carreteras, puentes, presas, redes eléctricas y los sistemas de agua están desmoronándose. Por todo el país la gente está sufriendo, numerosos heridos, incluso muertes a causa de los fallos de envejecidas y derruidas infraestructuras.
Pero la propuesta presupuestaria de Trump no se dirige a estas emergencias, de hecho, es justo lo opuesto.
Para empezar, la cantidad presupuestada cae muy por debajo del trillón de dólares sobre la que habló en la campaña el pasado verano. Incluso ese trillón es algo así como una gota en un cubo de agua; los Ingenieros Civiles de la Sociedad Americana estiman que se necesitarán 4,6 trillones sobre los próximos 10 años para repararlas y expansionarlas.
A pesar de que más recursos están siendo comprometidos para reparar las infraestructuras, los fondos destinados para ello por Trump están limitados por los recortes.
El Departamento de Transporte sufriría recortes por 2,4 billones de dólares. Los fondos de Amtrack (red estatal interurbana de trenes de pasajeros) estancados, La FAA (administración federal de aviación) privatizada y otros proyectos cancelados. La Financiación para un Nuevo Comienzo (Funding for New Starts), un programa de subvenciones de infraestructuras federales también será recortada. The TIGER será eliminado; este programa iba a dar dinero a las ciudades de Detroit y Flint para que reparara los autobuses y las carreteras y será eliminado sin más. De hecho, el único proyecto de gran escala hacia el que Trump promete billones de dólares es ¡Ese inútil muro en la frontera del sur (México)!
Trump no está proponiendo nada para reconstruir las infraestructuras que necesita la sociedad. No ofrece soluciones a los proyectos de construcción sobre los que habla. ¡Él propone entregar carreteras y autopistas a compañías privadas para que puedan volver a los beneficios en los peajes! Está proponiendo desmantelar el mantenimiento y supervisión de lo público y dará proyectos de trabajos públicos a empresas lucrativas, de sus amigotes, primera y principalmente.
Esto no es un plan para arreglar las infraestructuras. Es un plan para incluso transferir más los costes sobre nuestras espaldas.
¿Confiaremos en las palabras de un multimillonario magnate inmobiliario convertido en presidente y pagaremos las carreteras, puentes y las reparaciones estructurales con nuestras vidas, salud, impuestos y los ya bajos salarios? O ¿nos organizaremos y lucharemos por infraestructuras reparadas realmente, financiadas con dinero de Wall Street; dinero que fue robado primero a la clase trabajadora?
Traducido del nº 1030 de la revista Spark.