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Cataluña, elecciones el 27 de septiembre, ¿qué alternativa tienen los trabajadores?

El president de la Generalitat Artur Mas convocó elecciones para septiembre pocos días después de la Diada donde los nacionalistas harán una gran manifestación en pos de la independencia que servirá les servirá de apoyo a su candidatura plebiscitaria. En este sentido los partidos nacionalistas, Convergencia, Esquerra y las asociaciones que les apoyan han planteado su candidatura como la forma de expresión del pueblo catalán de su voluntad política de separarse del Estado español y crear un país independiente. De ahí que consideren estas elecciones autonómicas como una forma “no partidaria” de unión nacional catalana por la independencia y convertirlas en sí mismo en un plebiscito. Su justificación: el Estado central, Rajoy y el PP se han negado a realizar un referéndum, similar al escocés, donde la población eligiera sí o no a la independencia.

La derecha catalanista de Unió Democrática no acepta la política de Mas y rompieron con su partido Convergencia. La derecha del PP, Ciudadanos y PSC se oponen a este frente independentista nacionalista.

Las fuerzas que se presentan a la izquierda del Partido Socialista Catalán, Podemos e ICV, que han formado “Catalunya que si es pot”, se desmarcan de esta idea aunque apoyan el derecho a decidir de los catalanes ponen en primer lugar las políticas contra la austeridad. Y finalmente se presentan las CUP que se proponen anticapitalistas y propugnan la ruptura radical separación con España.

En esta situación, la clase trabajadora, los parados, los despedidos, los precarios, desahuciados, los más pobres, ¿quién los representa?, ¿qué pueden elegir, qué pueden hacer? Nadie entre estos partidos se presenta y se reclama de la clase trabajadora y del mundo del trabajo de una manera fundamental, clara y sin ambigüedad en oposición a la patronal, la burguesía, el capital y sus representantes políticos.

En esta situación habría que explicar que los problemas, del mundo del trabajo, del paro los despidos, los salarios corresponden a todos los trabajadores sean inmigrantes, catalanes, andaluces o madrileños, porque el Estado español es el marco político de una burguesía que utiliza el Estado, central, autonómico u catalanista independiente para explotar la fuerza de trabajo.

Habría que explicar que los trabajadores que sufre la explotación en Cataluña lo son por los Pujol, lo Mas y toda la burguesía sea catalanista o españolista y que la corrupción es propia del Estado capitalista porque el beneficio es el motor del capitalismo.

Habría que explicar que naturalmente que es un derecho elegir o no la independencia y que hay que respetarlo, pero que para los trabajadores es más importante la independencia de clase, de la patronal y de la burguesía y que sin esta no puede haber solución a los problemas sociales y de la población trabajadora.

Habría que explicar que ningún Estado capitalista, independiente o no va a resolver los problemas de los trabajadores. Qué es una ilusión y un engaño decir que si tuviéramos un estado catalán podríamos no hacer recortes, pues los Estados responden a la base económica que los sustenta, en este caso el capitalismo que vive de la explotación de la mano de obra, de los salarios bajos, de los despidos etc. Y que es una ilusión pensar que separándose del Estado central, va a obtener beneficios la clase trabajadora, pues el capitalismo es internacional, y solo la clase trabajadora unida en el marco político que ha creado la burguesía, es decir el Estado Español tendría posibilidades de comenzar una sociedad distinta comunista o socialista revolucionaria en unión y solidaridad con el resto de los trabajadores de Europa y del mundo.

Y como consecuencia es necesario organizarse, luchar, los trabajadores con su propia bandera, sus propias reivindicaciones contra el capitalismo sin caer en las trampas de las “sirenas” nacionalistas, que buscan ocultar los problemas reales de los trabajadores para después mantenerlos bajo el yugo del patrón, esta vez catalanista. Para ello necesitamos construir un partido de trabajadores, un partido obrero más allá de las fronteras, internacionalista y revolucionario.

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