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Atentado en Londres

El atentado en Londres, reivindicado por el Estado Islámico, ha dejado 4 muertos y heridas a unas cincuenta personas. La policía británica dice tener a 9 personas detenidas, por su relación con el autor del atentado Khalid Masood, que en realidad es Adrian Russell, británico, muerto en el atentado.
No hay ninguna justificación para estos crímenes; arrollar a inocentes –esta vez en un puente- para intentar hacer el mayor daño posible era el objetivo. El Estado Islámico es una organización terrorista que lo que quiere es levantar un muro de odio en la población; se apoya sobre las frustraciones de la gente, las injusticias y el racismo que existe en el país, para reclutar.
Por su parte la extrema derecha, que sube por media Europa, -y en Gran Bretaña también debido al clima xenófobo que propician los partidarios más acérrimos del Brexit (la salida de la Unión Europea)- aprovecha la ocasión para unir los atentados, el Islam y la inmigración, exactamente lo que el Estado Islámico quiere para continuar con su política loca y criminal.
Es estúpido y repugnante oponer así a inmigrantes, a musulmanes, londinenses de cuna, etc., porque en definitiva se enfrentan a unos trabajadores contra otros. Sin embargo, el terrorismo golpea indiscriminadamente, le importa poco que sean incluso niños, mujeres u hombres, ni su religión ni de dónde vienen o van.
Pero también hay que decir que las potencias imperialistas europeas, también España, son responsables pues la guerra de Irak llevada a cabo con el pretexto de combatir Al Qaeda ha hecho crecer a estos grupos. Estas  grandes potencias han creado el caos sobre el que ellos crecen; han participado desde hace medio siglo en el robo organizado a Oriente Medio, han atizado las diferencias religiosas cuando les convenía aupar a una banda armada u otra. España también tiene su responsabilidad siendo gran amiga y socia comercial de Arabia Saudí,  estado que ha sostenido y financiado al mismísimo Estado Islámico.