El 26 y 27 de febrero, en las factorías de Nantes y Saint-Nazaire, 1.350 trabajadores de un equipo de 2×8, han parado una hora cada día para protestar por una reorganización horaria que los obliga a trabajar una hora más diariamente.
La dirección de la empresa en Francia acaba de anunciar la congelación de la contratación para los próximos dos años, el alargamiento del tiempo laboral y un aumento fuerte de los ritmos de trabajo. En Nantes, un tercio de los contratos temporales no se reanudarán.
Los «grandes jefes» dicen cínicamente: «tenemos que reducir los costes de producción para seguir creciendo y proteger nuestro futuro». Su futuro…, porque el nuestro, está claro que se lo quieren cargar.
Los compañeros de Francia no aceptan tal degradación de sus condiciones de trabajo, y en especial el trabajar más mientras el desempleo aumenta. Los paros continuaron el 3 de marzo. Esto es un estímulo para todos aquellos que pensamos que es hora de que la clase obrera levante la cabeza y diga que ya está bien.