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Crisis y desigualdades

Con ocasión del Foro Social de Davos, que tuvo lugar a finales de enero, se publicaron varios informes relativos al crecimiento de la pobreza y de las desigualdades en el mundo.

En España, casi un 27% de la población es pobre, y un 6,5% vive en situación de “pobreza severa”, o sea, con menos de 307 euros al mes. Y son más que el doble de los que eran en 2007.

Por otro lado, se comentó mucho el informe de la ONG Oaxfam Intermón que denuncia que hoy en día, las 85 personas más ricas del mundo poseen tanto como los 3500 millones más pobres del planeta. O sea, estos 85 individuos concentran más riqueza que la mitad de la humanidad.

Estas 85 personas son todas dueñas de empresas y de capitales. Entre ellos están Bill Gates, el mexicano Carlos Slim, el español Ortega, quien posee Inditex y la marca Zara por ejemplo, la francesa Bettencourt, dueña de l’Oreal… Se puede apuntar también el nombre de Georgina Rinehart, heredera del imperio minero Hancock Prospecting, asentado en Australia, que ha escrito recientemente un libro en el cual aconsejaba a los trabajadores de Australia… ¡¡¡ aceptar salarios de 2 dólares al día!!!

No hay misterio: si estas personas se vuelven cada vez más ricas, incluso en tiempo de crisis, es porque viven de la explotación de millones de trabajadores. Es porque han empujado a miles de obreros hacia el paro y la pobreza con los despidos. Es porque aplastan los sueldos de los que quedan. Es porque aspiran a cada vez más dinero público a través de las políticas de austeridad que los gobiernos a su servicio imponen a la población.

En este contexto, uno no se sorprenderá de que el mismo informe de Oaxfam Intermón relata que, en los 30 países investigados, hay cada vez más gente que piensa que “las leyes están hechas a favor de los más ricos”.

La crisis profundiza las desigualdades en favor de los capitalistas, pero a la vez hace más evidente el funcionamiento de este sistema y el servilismo de los políticos. Y tarde o temprano, ello provocará movimientos profundos que pondrán en peligro las bases de esta sociedad inhumana.