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El PSOE busca un cambio de imagen que ya nadie se cree

Aunque la mona se vista de seda mona se queda. Este refrán resume los intentos del PSOE de cambiar su imagen de servidores de los grandes capitalistas entre la opinión pública. La maniobra quiere ocultar su responsabilidad ante la crisis y la bancarrota de su política ante la política de Zapatero. De hecho Felipe González está, junto a Aznar y otros políticos, en grandes puestos de las multinacionales. Y ha tenido el descaro de pedir bajar los salarios de los trabajadores para aumentar la “productividad”.

En Andalucía este cambio de imagen comenzó con la dimisión de José Antonio Griñán, implicado en el caso de los EREs, y la subida a la presidencia de Susana Díaz. Ellos saben que con Alfredo Rubalcaba será muy difícil recuperar su electorado, puesto que está implicado directamente en la gestión de la crisis, que ha protegido y rescatado banqueros, posibilitando una reforma laboral con millones de parados y de despedidos y expulsado a miles de personas de sus casas para negocio de los bancos. Por esto preparan ya el recambio con otros políticos que den una imagen más progresista.

En su última conferencia no han hecho ninguna autocrítica, ni aportado soluciones reales que hagan que los ricos y la oligarquía empresarial y financiera paguen la crisis y el robo de los trabajadores. Todo es maquillaje rosado. Ni siquiera en Andalucía se han opuesto realmente a los recortes de Rajoy. La operación de cambio de imagen será una operación de márketing más, un engaño más para hacer creer que con ellos y las elecciones van a cambiar las cosas. Y hasta ahora sólo la movilización de los trabajadores por sí mismos han conseguido realmente el cambio social.