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50 aniversario del Mayo francés: ¡Obreros y estudiantes, unidos y adelante!

Aunque muy lejos de una situación revolucionaria, los acontecimientos de Mayo-Junio de 1968, el Mayo francés, comienza con la contestación de la juventud estudiante, y sigue después con una huelga general que paraliza Francia durante más de un mes a partir del 13 de mayo. Pudieron aparecer entonces muchas ideas revolucionarias y el lenguaje de la revolución. Pero a diferencia de la revolución bolchevique de octubre de 1917, la huelga general más grande del país no transformó en profundidad la sociedad. Solo las revoluciones sociales tienen esa fuerza.

Fueron los estudiantes los que prendieron la llama de la contestación social y pidieron ayuda a los partidos de izquierdas y a los sindicatos de clase. Cuando la mayor huelga general conocida hasta el momento asoló Francia y las ocupaciones de centenares de fábricas se añadieron a los cierres de facultades, a las manifestaciones en la calle y a los enfrentamientos con la policía, el Gobierno Pompidou llamó a la negociación para romper el frente unido de estudiantes y obreros. Se firmaron entonces, en pleno mes de mayo, los Acuerdos de Grenelle entre el Gobierno, las patronales y los sindicatos: se incrementó el salario mínimo un 35%, los salarios medios en un 12%, se llegó a un consenso sobre la semana laboral de 40 horas, y se reconocieron las secciones sindicales en el seno de las empresas.

A pesar de su naturaleza explosiva, la duración de la huelga y el número de trabajadores que participaron en ella, del orden de 10 millones, el equilibrio de poder entre las clases no fue ni básicamente ni duraderamente modificado. No obstante, el levantamiento de una fracción de la juventud y la clase trabajadora en la primavera de 1968, la esperanza que dio a luz, debe inspirarnos.

Esta protesta cruzó los continentes gracias a las imágenes de la televisión, a las canciones, al teatro… Los acontecimientos de mayo del 68 demostraron que la aparente pasividad, la parálisis política puede cambiarse con éxito mediante la energía colectiva, el entusiasmo, la imaginación, la sensación de libertad, la fraternidad y la esperanza de convertir la vida y la sociedad en algo mejor.

Mayo del 68 logró cambiar la atmósfera y el espíritu de lucha en las empresas, servicios, escuelas y universidades durante varios años. Debemos tenerlo en cuenta mientras que la resignación, el fatalismo y la desmoralización a veces parecen crecer a nuestro alrededor. Estos meses demostraron el espíritu de sacrificio y la capacidad de la juventud cuando rechaza con convicción el orden impuesto y se involucra en la acción. ¡Nunca olvidemos estas fuerzas subterráneas, esta rabia enojada, esta furia silenciosa que algún día revivirá la atmósfera y restaurará la confianza de la clase trabajadora en sus propias fuerzas!